En recientes días pasados me encontré con un artículo publicado en el periódico oficial del Estado de San Luis Potosí, del siglo XIX, donde se habla del problema de la frontera con Estados Unidos de Norte America. Lo reprocuzco completo en esta sección para que puedan leerlo y puedan descubrir, como yo, que en verdad no ha cambiado mucho la situación.
Reflexionar sobre nuestros días y los acontecimientos actuales es reflexionar sobre la vida misma y la manera en que la estamos viviendo; algunas veces voltear al pasado nos ayuda para reflexionar y recordar que el presente se haya sustentado en los acontecimientos que le dieron forma.
Un general americano.-
“Dícese que el general americano John Pope dijo que es urgente necesidad la de aumentar las fuerzas del ejército, fundándose en la actitud amenazadora de los indios y en las complicaciones en la frontera de México. Según su opinión, los indios Cheyenes y Canaches pueden vencer al ejercito actual de los Estados Unidos si se les ocurre levantarse.
No ve tampoco término a las dificultades del Río Grande, pues cree que harto tiene que hacer el gobierno de México con sostenerse en la capital, y que no cuenta con medios de combatir los desordenes de su ciudadanos en la frontera; y añade las siguientes palabras “Al terminarse la campaña con México, estaba yo en el E. M. del general Tylor. Todos nos quedamos sorprendidos de que el gobierno pusiera la frontera en el Río Grande, que no proporciona medios naturales de defensa. Pensábamos que los límites entre las dos repúblicas debería estar en la Sierra Madre, que sólo tiene algunos desfiladeros practicables, fáciles de defender con un número relativamente pequeño de soldados; y no creo yo que cesen los disgustos en la frontera del sur, hasta que la línea de demarcación sea aquella sierra.
“Sin cuidado nos tiene que en contra de su historia, de su constitución y de su manera de ser, se aumente el ejército de los Estados Unidos, como desea el general Pope; pero con lo que no estamos conformes, es con las causas que enumera para la necesidad de tal aumento. Los indios no se levantarían si se les dejara tranquilos y se les cumpliera lo ofrecido, y esto lo reconocen todos los americanos; y en cuanto a la frontera mexicana, bastaría que el gobierno de los Estados Unidos no la violara repetidas veces, y pusiera en orden a los bandidos del lado de, como el México pone orden a los de su parte, para que cesara todo motivo de desavenencia. Por lo demás nos parece muy cómodo el sistema del general Pope, pidiendo que la frontera se lleve a la Sierra Madre. ¿Porqué no pide de una vez la anexión de México, y entonces ya no habrá disgustos con el gobierno mexicano, que no existiría?”
“Agregamos a los anterior, que hemos tomado de un periódico extranjero, que debemos prepararnos y no fiarnos de las manifestaciones de fraternidad.”
Periódico “La unión democrática” Diciembre 4 de 1878. Tomo II. Núm. 168.
¿A caso ha cambiado mucho la situación?