Garfinkel dijo que su equipo encontró objetos de culto utilizados normalmente por los habitantes de Judea, los súbditos del rey David, y que no encontraron rastros de cerdo. Las reglas sobre alimentación del judaísmo prohíben el consumo de cerdo. Indicios como estos, dijeron, son "evidencia inequívoca" de que David y sus descendientes gobernaron en el sitio.
Los críticos dijeron que el sitio podría haber pertenecido a otros reinos de la zona. El consenso entre la mayoría de los estudiosos es que no se ha encontrado ninguna prueba física definitiva de la existencia del rey David.
En general, los investigadores están divididos sobre si las historias bíblicas pueden ser validadas por los restos físicos.
Los encargados de las excavaciones actuales no son los primeros en afirmar que encontraron un palacio del Rey David. En 2005, la arqueóloga israelí Eilat Mazar dijo que encontró los restos del palacio del Rey David en Jerusalén, que data del siglo X antes de Cristo, cuando se cree que gobernó el rey David. Su afirmación también despertó escepticismo, incluso del propio Garfinkel.
Usando la datación por carbono, los arqueólogos dicen que la construcción data del mismo período. Garfinkel dijo que el equipo también encontró un almacén de casi 15 metros (50 pies) de largo, lo que indica que era un sitio real utilizado para cobrar los impuestos del resto del reino.
Garfinkel cree que el Rey David vivía en Jerusalén en un lugar aún por descubrir, y que sólo visitaba Khirbet Qeiyafa u otros palacios por períodos cortos. Dijo que la ubicación del sitio en una colina indica que el gobernante buscaba un sitio seguro en un terreno elevado en una época violenta de conflictos frecuentes entre las ciudades-estado.
Fuente: Agencias.