Según ha contado al diario El Mundo, en 1985 o 1986, cuando era Delegado del Gobierno en Navarra, un general de la Guardia Civil le habló de un posible colaborador, a quien atribuye la condición de masón.
Según su relato, este propició un encuentro con Joel Cathala, comisario galo a cargo del País Vasco Francés. “Cathalá me dijo que estaba dispuesto a colaborar con la democracia española. Me sorprendió porque hasta ahora no había colaboración y dio un giro total", relata Roldán a El Mundo. A raíz de aquellos contactos, “se inician las expulsiones, hostigamientos y presiones de los etarras en territorio francés".
El diario no explica cómo Roldán, condenado en 1999 a 31 años de cárcel por el Tribunal Supremo, llegó a conocer la posible condición masónica del mediador entre España y Francia, de quien concreta su rito, grado y filiación. También comenta sus sospechas sobre la posible condición de otras personas clave en su biografía, por el mero hecho de que se dirigían a él utilizando la palabra "hermano".
La Gran Logia de España no está en condiciones de confirmar ni desmentir esta revelación del ex Director General de la Guardia Civil. Cada masón es libre de dar a conocer o no su condición, por lo que ni las Grandes Logias ni los diversos masones a título individual pueden revelar la condición de otro miembro de la Institución. La Gran Logia de España si está en condiciones de confirmar que todos sus miembros están obligados, de acuerdo con nuestros antiguos usos y costumbres, a conducirse honorable y honradamente siguiendo estrictamente los dictados de la Ley Moral, comportándose como ciudadanos leales y amigos de la paz.
Fuente: Gran Logia de España.
