Este 5 de mayo de 2015, escribe Enric Sopena en El Plural una columna titulada 'José I, liberal y masón, cerró la inquisición e impulsó la Constitución. Merece el homenaje de la España democrática' en la que arranca diciendo:
Dos de Mayo de 1808. Una oportunidad perdida para la España que tal vez hubiera podido ser liberal, de acuerdo sin duda con el gran cambio provocado gracias a la revolución francesa. Cierto es que la invasión de España por el ejército de Napoleón Bonaparte, un déspota, generó la llamada guerra de la independencia, brutal y sangrienta, en un país machacado desde siempre por el Antiguo Régimen.
Añade que:
La derecha española actual se ha apropiado del liberalismo. O, para ser más exactos, lo ha convertido en neoliberalismo, que es lo contrario de lo que dicen ser ahora. El dos de mayo se celebra anualmente, y sobre todo en Madrid, el inicio de la guerra de la independencia.
Y concluye que:
El dos de mayo no fue sólo el principio de la guerra contra los franceses. Los afrancesados, los liberales y los masones se merecen el homenaje de la España democrática. No la España de Fernando VII, ni la de Franco. Esa España reaccionaria fue la que en abril de 1823 permitió gozosa la invasión de los llamados cien mil hijos de San Luis, fruto de la Santa Alianza.