Leandro Alem
Gran Maestre de la Masonería en el período 1883/85, fue fundador de la Unión Cívica Radical después de una travesía política que comenzó en el Partido Autonomista de Adolfo Alsina al que representó como diputado provincial durante dos períodos y en un lapso breve como diputado nacional. Se separó cuando se conformó el Partido Autonomista Nacional.
Fue hijo Leandro Antonio Alen, pulpero de Balvanera y uno de los jefes de la Mazorca rosista, que murió fusilado y fue colgado públicamente en la Plaza de Monserrat. Leandro hijo trocó la última letra de su apellido por una “m” y también su segundo nombre tratando de evitar la discriminación social por el recuerdo de su padre.
Alem ingresó al ejército como voluntario, participó en Cepeda (1859) y Pavón (1861) contra el Estado de Buenos Aires y en favor del federalismo.
En 1865 fue ayudante de Wenceslao Paunero en la Guerra del Paraguay donde ascendió a Capitán. Más tarde fue designado secretario de la delegación argentina en Asunción del Paraguay y luego en la de Río de Janeiro. En 1877 creó al partido Republicano y se opuso a la federalización de Buenos Aires que, sin embargo, fue sancionada tres años después. Entonces Alem renunció a su banca y abandonó la política.
Volvió casi diez años más tarde. Orientó la denominada Revolución del Parque que estalló en 1890 contra la gestión del Presidente Juárez Celman como expresión de rechazo a la situación política, económica y social caracterizada, a su juicio, por el fraude y la ausencia de transparencia administrativa. Al fundar la Unión Cívica Radical, heredera de la Unión Cívica de la Juventud, Alem reclamó honradez y una profunda reestructuración política con elecciones libres.
Poco después, los sectores de Alem y Mitre tomaron caminos diferentes cuando el ex Presidente aceptó una fórmula de unidad con el gobierno. Corría 1891. La revolución del año anterior fue sofocada pero el gobierno no logró mantenerse en el poder. En reemplazo de Juárez Celman asumió el vicepresidente Carlos Pellegrini.
Una alzamiento radical estalló poco después en Corrientes (1893) y Alem decidió encabezar la toma de la ciudad de Rosario. Su sobrino Hipólito Yrigoyen, líder bonaerense, le restó su apoyo, pero Alem contó con una importante adhesión popular. Llegó a Rosario escondido en un buque de carga, fue recibido como un héroe y fue proclamado Presidente de la Nación en una asamblea popular. Se formó un ejército de 6.000 hombres, pero con pocas armas y municiones. La revolución fue vencida en todo el país, después que Roca concentró tropas oficiales sobre Rosario. En un primer momento, Alem decidió resistir, pero las mujeres y los vecinos le reclamaron que salvara a la ciudad. Entonces evitó el combate y salvó la vida gracias a que se escondió en una dependencia masónica rosarina.
Había instalado el cuartel revolucionario en la casa del Dr. Eugenio Pérez, masón grado 33°, hermano menor de Roque Pérez, primer Gran Maestre de la Masonería Argentina que pertenecía a la Logia Unión N° 17 de Rosario. Al ser derrotado, Alem solicitó al dueño de casa la concesión de asilo político en la sede de Logia Unión 17. Esta Logia se encargó de negociar con el General Francisco Bosch, comandante de las tropas gubernamentales, para evitar que bombardera la Ciudad de Rosario, tal como había hecho constar en la intimación para la rendición de los insurgentes.
En 1895, la UCR ganó varias bancas en el Congreso pese a que los comicios de ese año fueron amañados. Alem ingresó como Diputado Nacional. Con todo, el acuerdo de algunos sectores con el gobierno nacional y su distanciamiento con Yrigoyen lo deprimieron severamente. Se suicidó el 1 de julio de 1896.
Leandro Alem fue iniciado masón en la Logia Constancia N° 7 el 17 de octubre de 1871. Dos años después fue su Venerable Maestro (Presidente). Participó luego en la fundación de la Logia Docente (1881) y del Centro Liberal de Buenos Aires. Acompañó como Pro Gran Maestre (Vicepresidente) la gestión de Domingo Faustino Sarmiento al frente de la Masonería Argentina y lo sucedió en 1883 cuando aquel presentó su renuncia para abocarse al desarrollo de las ideas que cimentaron la sanción de la Ley 1420 de enseñanza común, obligatoria y laica.
Fuente: Agencias.