Vesin, quien considera que no existe contradicción entre ser cura y adherir a una logia masónica, decidió el pasado 14 de julio emprender una peregrinación solo desde Megeve hasta Roma para perorar su causa ante el Vaticano.
Agotado, con la cara quemada por el sol y cargando un morral, el religioso llegó a la plaza de San Pedro con la esperanza de poder hablar con el papa Francisco.
"Espero que me reciba el papa o uno de sus secretarios. Mi causa va más allá de mi nombre", aseguró el religioso.
El cura sostiene que no quiere dejar ninguna de las dos afiliaciones y recalcó que ha recibido numerosas demostraciones de apoyo de católicos y no católicos durante la marcha.
La diócesis francesa advirtió al religioso de que la sanción que recibió puede ser retirada si abandona la masonería, una institución que se define a sí misma como de carácter iniciático, no religiosa, filantrópica, simbólica y filosófica, fundada en un sentimiento de fraternidad y comúnmente considerada anticlerical.
Fuente: Agencias.