El Ayuntamiento de Barcelona y la Diputación de la capital catalana patrocinan un ciclo de conferencias sobre "la existencia de la masonería tradicional y el fenómeno iniciático" que se celebra en la Biblioteca Pública Arús entre este martes, 22 de octubre, y el próximo día 31.
El programa del ciclo de conferencias, cuya inscripción es gratuita, incluye las siguientes exposiciones:
El día 22, "Investigación histórica y tradición iniciática: la logia Quatuor Coronati Nº 18, Gran Logia de España"; y el día 24, "Las escuelas iniciáticas y los oráculos en la antigüedad", a cargo ambas de Pere Sánchez Ferré.
El día 29, "El cómic y la masonería", por Xavi Casinos; y el día 31, "presentación del libro René Guénon - Louis Cattiaux: correspondencia completa, a cargo de Pere Sánchez Ferré y Julio Peradejordi.
El mismo día 31, se encarga de la clausura el regidor del distrito del Eixample (Ensanche), miembro de la Biblioteca Pública Arús y de Unió Democràtica de Catalunya, Gerard Ardanuy.
"Legitimidad iniciática"
En el tríptico que anuncia estos actos, los organizadores recuerdan que "la masonería siempre ha estado muy interesada en sus orígenes y en recuperar y mantener vivo su pasado, porque en él se encuentra la justificación de su legitimidad iniciática. Las logias de investigación tienen como objetivo esta labor".
"La ciencia histórica no está en contradicción con su sabiduría iniciática, bien al contrario, ya que la primera auxilia a la segunda para -entre otras cosas- ponen de relieve, documentalmente, la larga cadena que, desde la antigüedad hasta ahora, ha posibilitado la existencia de la masonería tradicional y el fenómeno iniciático", insisten.
Hay que recordar que la Biblioteca Pública Arús es fruto de una donación del Ayuntamiento, y que está dedicada a la memoria de Rosendo Arús i Arderiu, impulsor de la masonería en la Cataluña del s.XIX.
¿Aconfesionalidad de las instituciones?
Si a las instituciones en España se les supone una aconfesionalidad recogida en la Constitución(que finalmente ha derivado en gobiernos laicos), y la masonería no deja de ser una opción política y religiosa, cabe preguntarse si es lógico que el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona patrocinen actos iniciáticos sobre los misterios que plantea la masonería.
Ese factor iniciático es propio de las religiones gnósticas, en las que se discrimina al seguidor en función del conocimiento que posee. No todo el mundo tiene el mismo acceso al misterio sino que depende del conocimiento que tenga de los ritos. En este sentido, históricamente, todas las prácticas iniciáticas son clasistas porque implican la posibilidad de acceder a ellas en función del nivel de conocimiento de quien se inicia.
En ese sentido, la diferencia con las religiones reveladas es que en estas la fe no está en función del conocimiento que se tenga de ellas, de disponer de unos datos secretos que solo se revelan a través de un proceso, sino que está por igual a disposición de la gente más culta y también de la más sencilla, porque cada uno accede a ellas de acuerdo a cómo a desarrollado su fe.
También habría que preguntarse acerca del hecho de que el ciclo de conferencias sea clausurado precisamente por un regidor de Unión Democrática, haciendo de este modo una promoción de la masonería.
"Separación de la masonería y el Estado"
En relación a esta cuestión, y dada la política educativa impuesta por el Gobierno de François Hollande, en la que la masonería dicta esa política educativa con su "carta de laicidad en la escuela", católicos franceses han pedido "la separación de la masonería y el Estado", del mismo modo que se ha impuesto la separación entre Iglesia y Estado.
La llamada "carta de laicidad en la escuela está copiada de la masonería hasta en el argumentario. Se ha constatado que esta ocurrencia del Ejecutivo de Hollande es recomendación del ex gran maestre del Gran Oriente de Francia, Jean-Michel Quillardet.
El objeto de la polémica es que se trata de un documento doctrinal que ha de difundirse en todos los centros de enseñanza. Mientras Nicolas Sarkozy amparó en su momento la "laicidad positiva", expuesto ante Benedicto XVI, lo que ha hecho el Gobierno socialista francés es, sin desterrar la vida religiosa, reducirla cada vez más al ámbito privado poniendo el acento en la laicidad de la República.
Ante esa postura del Gobierno Hollande, que sigue adelante con su política laicista radical, los sectores sociales católicos han reaccionado pidiendo también esa separación entre la masonería y el Estado.
Fuente: Agencias.