La Logia Ítaca, agrupación de masonería femenina en el sureste español perteneciente a la Gran Logia Femenina de España, abrió ayer sus puertas para darse a conocer y eliminar prejuicios en torno a sus ritos, símbolos y normas, celebrando una recreación de uno de sus talleres (que tienen lugar mensualmente en su «templo» de Alicante) de forma abierta para todas aquellas personas que quisieron asistir. El marco en el que lo hicieron no podía ser más apropiado, pues fue en una sala de La Calahorra cuyas paredes está adornadas con pinturas relativas al rito de Menfis-Mizraim porque precisamente allí se reunía antiguamente otra logia (una agrupación, que a efectos legales es una asociación cultural).
Con su representación, quisieron explicar el significado de algunos de sus símbolos (como las columnas, la escuadra y el compás o el delta luminoso), de sus cargos (desde la maestra de ceremonias a la venerable maestra o las oficialas) y de su forma de trabajar, que sucintamente gira en torno a la exposición de «planchas» (intervenciones o conferencias) sobre las que después debaten con un turno ordenado por protocolos centenarios. La plancha de ayer verso sobre «Masonería femenina, valores para tiempos de cambio» y fue a cargo de la historiadora y periodista Concha Maestre Martí. En esencia, quisieron transmitir que la masonería se rige por la libertad, igualdad, fraternidad y laicidad (en el caso de la corriente francesa) y que crea un foro de reflexión y debate en torno a temas filosóficos, sociales y simbólicos con los que se busca la evolución personal y el «construir un templo interior para construir un templo exterior».
Fuente: Agencias.
