Desde la izquierda: David Martín, Jerónimo Saavedra y Óscar de Alfonso Ortega. |
Cualquier religión, organización o grupo puede ser más fácilmente conocido a través de aquello que crea para todos, y no como algo exclusivo de sus miembros. De esta forma, la primera conferencia fue la que más información aportó a los profanos en la materia que habían acudido a tratar de conocer algo más de una de la organización más injustamente vilipendiada de la historia.
De este modo la primera conferencia fue impartida por David Martín López, nacido en Tenerife, miembro del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Granada, con una tesis sobre Estética masónica, arquitectura y urbanismo (siglos XVIII-XX). La conferencia consistió en una aproximación a la estética masónica y como ha interactuado con las artes, desde el siglo XVIII hasta la actualidad. Los masones han desarrollado una estética que supone un sistema simbólico completo que actúa como un metalenguaje. Se demostró la presencia de símbolos masónicos en multitud de obras de arte y creaciones arquitectónicas, y se analizó diferentes aspectos de la estética masónica en el urbanismo filantrópico, el simbólico, la arquitectura historicista medievalista, la gran afición que han tenido los masones por el neogótico, la egiptomanía masónica, la arquitectura funeraria, la tipología de logia, el jardín y la masonería y la noción de progreso desde la perspectiva masónica.
Asimismo, David Martín López contextualizó el devenir patrimonial de la masonería en Canarias con sus creaciones arquitectónicas y pictóricas más relevantes donde la santacrucera Logia de Añaza a la obra de Néstor Martín Fernández de la Torre.
A su vez, esta conferencia abordó concisamente diferentes hitos en la estética masónica internacional en diferentes países, desde el Reino Unido hasta Portugal, pasando por Estados Unidos, Francia y Bélgica, deteniéndose más con los españoles y más concretamente canarios. De esta forma se nos reveló que manifestaciones como la Ciudad Lineal de Arturo Soria, las viviendas sociales de Francisco Azorín Izquierdo, la obra arquitectónica de Juan Monserrat Vergés, el Mausoleo de la Quinta Roja de la Orotava, la Logia de Añaza o el Templo de El Salvador de Santa Cruz de La Palma, o la pintura de José Aguiar.
Presente y futuro
A continuación, después de esta conferencia centrada en las creaciones que los masones realizaron en el pasado, Óscar de Alfonso Ortega, Gran Maestre de la Gran Logia Española, dio un giro de ciento ochenta grados al contexto al hablar del presente y futuro de la masonería en España. Su conferencia fue muy somera y especialmente práctica, para él la masonería tenía muchos valores que ofrecer a la sociedad, pero el fundamental que destacaba sobre todos es el de la fraternidad, esta sólo puede ser auténtica si está basada en dos conceptos, reciprocidad y lealtad. Sobre todo subrayó que la mejor herramienta que poseen los masones es el ejemplo, y que si los miembros de esta fraternidad no obran fraternalmente, es decir, como auténticos hermanos, todo lo que la masonería puede hacer por el mundo caerá en saco roto.
Tras estas dos ponencias, a modo de epílogo Jerónimo Saavedra hizo una breve reflexión sobre la masonería en Canarias. El Diputado del Común dividió la historia de la masonería en Canarias en tres periodos: el primero está constituido por aquellos canarios que participaron en la Guerra de la Independencia y sus contemporáneos como Tomás de Iriarte y el cura Manuel Díaz Hernández de La Palma, la segunda que iría de 1870 a 1890, que comienza con la Revolución Gloriosa y supone una vivificación de la masonería después de haber sido perseguida por el absolutismo y en la que destacó al alcalde de Las Palmas Antonio López Botas, que fue Venerable Maestro de la logia Afortunada y finalmente el tercer y último periodo fue el que surge con la Segunda República y va hasta 1936, en el cual la masonería que floreció bajo la libertad creada por el gobierno republicano fue finalmente destruida y saqueada durante la Guerra Civil y la dictadura franquista, quedando como un cuarto punto al situación actual de al masonería resurgida cual ave fénix, un símbolo masónico muy apropiado, gracias a la democracia.
De este modo la masonería, también conocida por sus miembros como el arte real quedó desvelada de una manera elegante y somera, alejada de todas las vulgares acusaciones conspiranoicas que desgraciadamente abundan cuando quienes no saben qué es esta organización iniciática se dedican a hablar sobre ella. En definitiva pudimos disfrutar de algo que lamentablemente no es muy común, unas conferencias ilustrativas que mostraron a la masonería como lo que realmente es, una organización fraternal que haciendo honor a sus valores siempre trata de hacer a los hombres libres, iguales y hermanos.
Fuente: Agencias.