Con la participación del Gobierno del Estado a través de la Secretaría de Cultura y el Colegio Coahuilense de Investigaciones Históricas se realizó ayer, en el Auditorio Juan Antonio de la Fuente, una ceremonia para recordar el 151 aniversario del arribo a nuestra ciudad del presidente Benito Juárez García.
Cabe rememorar que con la invasión francesa a México, Juárez se vio precisado a abandonar la capital dirigiendo sus pasos al centro y norte del país, en especial al noreste, hacia las ciudades de Saltillo y Monterrey.
En el evento estuvieron Alberto Aguirre Villarreal, subsecretario de Gobierno y Atención Ciudadana y representante del gobernador Rubén Moreira Valdez; el mayor de Infantería Juan Mateo Hipólito, representante del comandante de la Sexta Zona Militar, general de Brigada y Diplomado de Estado Mayor César de la Sancha Villa, así como historiadores y directivos de instituciones afines.
Le tocó al profesor Arturo Berrueto González dar la bienvenida a los presentes, entre los que se encontraba el profesor Leopoldo Vega Urbina, ex secretario de Educación Pública en el estado. En su alocución Berrueto González recordó que un día como hoy, 9 de enero, pero de 1864, arribó a esta ciudad Benito Juárez, presidente de la república mexicana.
Y poniendo la historia viva en los oídos de cada persona, Berrueto González rememoró la Batalla de Puebla en sus dos batallas. "Juárez sabía que perdida Puebla estaba a la disposición de los franceses la capital de la república, también estaba lo que es el Bajío y el único refugio que él encontraba a favor de la república eran los estados del norte de México, entre otros Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Chihuahua.
SU ARRIBO A SALTILLO
"El 22 de diciembre de 1863 sale Juárez de San Luis Potosí, ya habían tomado los franceses San Miguel de Allende, y el 9 de enero de 1864 Juárez arribó a la ciudad de Saltillo. Juárez tuvo una recepción que se le brindó llena de calor, patriotismo, muy distinta a la que va a recibir semanas después en la ciudad de Monterrey.
"Monterrey ya era una gran ciudad gracias a Vidaurri, mientras que Coahuila se quedaba un tanto atrasada en el aspecto urbano y de servicios, pero aquí en esta vieja casona, el ahora llamado Recinto de Juárez, se recibió al presidente por parte de una comisión presidida por el alcalde de Saltillo, Albino de León".
Y fue así como la historia dio frutos a nuestro estado. Radicado en Saltillo, Juárez atendió a visitantes de los estados circundantes. Inflexible y con una estancia de ocho días en Saltillo, el prócer oaxaqueño cambió la vida y el destino de Coahuila, desanexando a Coahuila de Nuevo León a favor de su propia autonomía y su lucha con Vidaurri, que después de todo, éste huyó a Texas.
Manifestó, luego de una reseña completa de los tiempos difíciles de Juárez, que el prócer es el eterno presidente de la república de todos los mexicanos y "así lo consideramos los liberales que pertenecemos a ese grupo por él tan querido y tan respetado", dijo finalmente el profesor Arturo Berrueto González.
DEFENDIÓ LA SOBERNÍA NACIONAL
Asimismo, Carlos de León Moreno, maestro de la Gran Logia "Benito Juárez" del estado de Coahuila, dijo que los grandes hombres que han existido en la historia de la humanidad, siguen una filosofía del pensamiento que los hace llegar a su época y las consecutivas. Juárez logró afianzar los valores mexicanos y defender la soberanía nacional.
Habló sobre los resultados de su permanencia en Coahuila, pues Juárez fue un gran hombre al servicio del pueblo y de su gente… "con una visión de servidor público que coloca su pensamiento para que los demás logren sus objetivos: ser felices y evitar el mal. Para Juárez los gobernantes de hoy deben velar por la seguridad y el bienestar de su pueblo".
Dijo que Coahuila ha sido testigo de eventos importantes y el pacto con México y las reformas, después de todo, se confía en los gobiernos y en los congresos de los estados de la república. "Como coahuilenses, al final del camino, queremos resultados tanto en los cambios económicos como sociales y que se traduzcan en un crecimiento en un entorno pacífico". Termino diciendo una frase de Benito Juárez: "Los hombres no son nada, los principios y los hechos lo son todo", manifestó en su discurso el maestro Carlos de León.
Fue así como posteriormente, la maestra de ceremonias, por pedimento del profesor Berrueto González, dio lectura a la crónica que el historiador Félix Barragán rescató del arribo del Benemérito a nuestra ciudad.
Fuente: Agencias.
