Gracias por tomarte el tiempo de compartirme tu valioso mensaje.
¡Ah, las campañas políticas! Vaya que producen caudales de ingenio y miles de libelos.
Puede que tengas razón, efectivamente México puede caer, con AMLO, pero también con Enrique o con Josefina o, peor aún, con Quadri, en fin con cualquiera de ellos, bien por omisión, por ignorancia, por incapacidad o -líbrenos el Cielo- por pura mala fe. Es más, no sé si te hayas dado cuenta pero hace tiempo que México cayó y ni nos avisaron, y no por culpa de AMLO te lo aseguro, pues todo este declive comenzó mucho tiempo antes de que este amigo terminara siquiera la Preparatoria y antes aún de que hiciese huesos viejos en la licenciatura.
Fíjate, te comentaré que estaba en una fiesta de fin de cursos de una escuela primaria en una alejada colonia popular de la periferia de Tijuana casi llegando a Tecate y ¿qué crees?
Los niños y niñas, en buen número, se llamaban KEVIN, BRANDON, BRENNAN, JOHNNY, DONOVAN, JONATHAN y las niñas SAMANTHA, LORY, BRIGITTE, KATTY, PAULETTE, YENNY, aunque a veces, quizá con un poco de pena, combinaban el nombre extranjero con el de "Guadalupe", etc.
Lo más simpático fue pasar -en la vía rápida- frente a un gigantesco almacén, de una gran cadena con nombre extranjero, pero con una bandera mexicana flameando en el frontispicio... ¡qué tiempos aquéllos en los que el patriotismo era más fácil de definir y rápidamente identificable! ¿Sería demasiado pedir retornar a las épocas del "nacionalismo" a la antigua y del "civismo" como nos lo enseñaron nuestros queridos maestros, antes de que el Mercado y los trenes con Contenedores fueran más importantes que los Seres Humanos? Vamos, ¿cuando menos al estilo de don Adolfo López Mateos? Añoranzas. Sí, ya sé que es mucho pedir.
Algo nos pasó como nación ¿no te parece? Aparte de perder soberanía, hemos perdido identidad. Lo más triste, es que a nadie parece importarle, ni siquiera a los partidos políticos que aún conservan el término "revolucionario" en sus nombres, de manera formal, pero cada vez más inoperante en la práctica. Simpático sin duda.
Y acabo de leer un comentario de la señora Clinton felicitándonos porque algunos candidatos piensan entregarles PEMEX en bandeja de plata. Pronto no vamos a saber si seguimos en México o si vivimos en Wyoming. De seguir las cosas así, seguiremos vendiéndoles petroleo crudo y comprándoles gasolina por tiempo indefinido, lo que no parece ser un buen negocio para los mexicanos, pues es como venderles maíz y comprarles "corn flakes". Ellos ganan de todas, todas. Pero bueno, perdón, pertenezco a la generación de los anticuados que, para fortuna de los neoliberales, ya nos acercamos a la puerta... o de plano, ya nos vamos.
Y créeme que no le encuentro mérito alguno a un México que colabora con el Banco Mundial, con el Banco Interamericano de Desarrollo o cualquier otro, cuando tenemos a media nación por debajo de la línea de la pobreza. Así, pertenecer al "G-20" no es ningún motivo de orgullo sino todo lo contrario. O bueno, quizá es que me quedé anclado en los viejos conceptos de la Revolución Mexicana, uno se hace viejo, hay que reconocerlo. Hasta la "Justicia Social" que aún se lee en el frontispicio del Partido suena fuera de época. ¡Ah, el arte de la política!
Si lo observas con cuidado, hace mucho tiempo que México cayó y ni cuenta nos dimos. Partimos hace un siglo de un pueblo en armas, de la lucha de obreros y de campesinos por un modo de vida decoroso y digno y ahora, hasta hablar de los intereses del pueblo es pecado. En fin, nos iremos adaptando.
Con un saludo fraternal,
ROGELIO AMARAL