En la avenida Ruiz, entre las calles Tercera y Cuarta, había un local en la que parte del éxodo chino que llegó a Ensenada durante el siglo pasado fundó una logia masónica, edificio histórico que posteriormente fue demolido y del que casi nadie se acuerda.
Si un interesado consulta la ficha 0065 y la clave 02001001 del catálogo de bienes inmuebles de Baja California -en el Archivo Histórico de Ensenada-, encontrará fotografías y un plano del inmueble, mismo que fue construido con madera y tenía una forma cubierta inclinada a dos aguas, que solía ser identificada con el número 339.
Pero al llevar dicha información a la calle, mostrar imágenes y hacer preguntas sencillas, las personas se mostrarán extrañadas, pues la referencia inmediata es la casa de cambio con más de 40 años de instalación, según los encargados.
Al paso, un hombre contó una anécdota que ronda en la zona centro: "Aquí había mucho chino. Vivían en cuevas (señala un edificio en la avenida Gastélum y Segunda) pero hubo un incendio y salieron todos. Le pegaban mucho al opio. Yo sé: tengo más de 30 años de vivir aquí”, pero no refiere más datos.
Ahora, además del negocio referido, la zona fue convertida en una plancha de estacionamiento, con oficinas y bodegas, que se conecta con la avenida Obregón. A pesar de que a un costado hay un par de restaurantes de comida asiática, el tema también resulta ajeno a la vida cotidiana de los propietarios.
"Los chinos se fueron”
El profesor Clemente Zavala Domínguez es miembro del Seminario de Cultura Mexicana corresponsalía Ensenada, la Asociación Cultural de Liberales de Ensenada (ACLE), y masón grado 33 del Supremo Consejo de México de Puente de Alvarado 90-Altos.
Él alguna vez conoció la logia china y apreció de cerca la constante actividad comercial que tuvieron en el puerto, pues muchos arribaron -dentro de diversos motivos históricos- debido al avance del comunismo en su país de origen.
"Llegaron muchos que eran nacionalistas y ellos construyeron esa logia masónica. Trabajaban ahí y estaban en comunicación con chinos que venían huyendo de China, de corrientes socializadoras y comunistas.
"Algunos se incorporaron incluso a la Logia Occidental No. 1, que fue fundada entre 1884-1886, por Agustín Sanginés cuando fue jefe político”, refirió.
Cuando se definió la situación política de China se dio la migración a Estados Unidos y otros regresaron, prosiguió Zavala Domínguez, por lo que el edificio quedó prácticamente abandonado; los pocos masones optaron por realizar sus trabajos en la logia ubicada frente al Monumento a la Madre.
"Creo que ese edifico ha de haber sido de la década de 1930, o poquito antes. Probablemente duró en funciones hasta la década de 1960. A mí me tocó entrar: en el interior había un taller, tenía ‘Pasos perdidos’ (lugar físico con el que los masones identifican una cámara de trabajo), oficinas y simbología.
"Soy nativo de Ensenada y de chamaco me tocaba verlos entrar ahí. A principios de 1966 me inicié en la Logia Occidental Número 1. Conocí a dos que eran de la logia y me tocó entrar, pero en 1970 ya no miraba gente”, detalló el maestro.
Más allá de las prácticas masónicas, Zavala Domínguez recuerda una comunidad asiática bastante trabajadora, quienes estaban a cargo de tiendas de abarrotes, restaurantes y venta de curiosidades en distintas calles de la zona centro.
Pero como el final de muchas épocas que parecían pujantes, la población de migrantes chinos decreció en el puerto.
"Otros se fueron a Tijuana y varios restauranteros a Mexicali, porque comenzó el florecimiento de esas ciudades. Me tocó ver un chino que tenía un restaurante y después lo vi en una tienda de abarrotes en Tijuana. A otro lo vi en un restaurante en Mexicali”, concluyó el masón.
Fuente: Agencias.
