Con el fin de abrirse a la comunidad, esta semana se inauguró la muestra "Servir a la gente. Afiches de la revolución china" en el Club Central.
En los más de 150 años que lleva funcionando la Gran Logia de Chile, poco y nada se conoce de su quehacer debido, principalmente, al secretismo con el que se rodean los masones, lo que provoca que se tejan muchos mitos y teorías a su alrededor. "Nosotros no somos ni una secta ni un partido, sino una institución dedicada a los estudios filosóficos que está guiada por los principios de igualdad, fraternidad y libertad; y tenemos como uno de nuestros principales valores la tolerancia", aclara Javier Rivadeneira, presidente del Club Central de Valparaíso.
Y agrega: "Somos una institución completamente laica y que apoyamos los principios laicos. Creemos que todos los pensamientos, credos y partidos tienen cabida dentro de nuestros templos".
Reconoce, eso sí, que algunos masones consideran que han cometido un "error" en el hecho de mantener todo en reserva. "Como nosotros tenemos eso de que no hablamos mucho ni tampoco nos mostramos mucho, eso nos ha jugado muy en contra", admite, ya que incluso han sido denominados como una "secta".
"Por eso queremos comenzar a remediar ese error, queremos dejar ese conservadurismo un poco al lado e inmiscuirnos más con la sociedad, y que la sociedad nos conozca a nosotros", afirma.
ACCIÓN DE ARTE
Para lograrlo, esta semana inauguraron en el salón Bilbao del Club Central de Valparaíso (Avenida Brasil 1718, esquina Carrera) la muestra "Servir a la gente. Afiches de la Revolución China" que permanecerá abierta para todo público hasta el 28 de noviembre.
Todo un hito para la comunidad porteña, ya que es la primera vez que la sede masónica de Valparaíso abre sus puertas a personas que no son sus miembros. "Nosotros queremos que los principios que atesoramos sean conocidos por la sociedad y que no sea un club que sea tachado de secreto, oscuro", comenta Rivadeneira; agregando que "para sacar todos esos resquemores, todas esas sensaciones que produce a veces el nombre de masonería, nosotros queremos que se conozca nuestro club y decidimos hacerlo a través del arte".
Es así como las personas que visiten la exposición (que está abierta entre las 10 y 13 horas de forma gratuita), contará con una visita guiada a cargo de un miembro de la masonería, el cual no solo explicará la muestra en sí, sino que también para explicar qué cosas hacen, a qué se dedican, los valores que cultivan y qué buscan en la sociedad, como explica Rivadeneira.
Para lograrlo, esta semana inauguraron en el salón Bilbao del Club Central de Valparaíso (Avenida Brasil 1718, esquina Carrera) la muestra "Servir a la gente. Afiches de la Revolución China" que permanecerá abierta para todo público hasta el 28 de noviembre.
Todo un hito para la comunidad porteña, ya que es la primera vez que la sede masónica de Valparaíso abre sus puertas a personas que no son sus miembros. "Nosotros queremos que los principios que atesoramos sean conocidos por la sociedad y que no sea un club que sea tachado de secreto, oscuro", comenta Rivadeneira; agregando que "para sacar todos esos resquemores, todas esas sensaciones que produce a veces el nombre de masonería, nosotros queremos que se conozca nuestro club y decidimos hacerlo a través del arte".
Es así como las personas que visiten la exposición (que está abierta entre las 10 y 13 horas de forma gratuita), contará con una visita guiada a cargo de un miembro de la masonería, el cual no solo explicará la muestra en sí, sino que también para explicar qué cosas hacen, a qué se dedican, los valores que cultivan y qué buscan en la sociedad, como explica Rivadeneira.
IMPLICANCIA SOCIAL
La necesidad de abrirse a la comunidad comenzó en 2010, cuando el exrector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, llegó al grado de Gran Maestro. Él tiene como filosofía que los masones son y deben ser un soporte clave para el país, retomando así los cambios que impulsaron en el pasado y que hoy por hoy conforman nuestra sociedad.
"Somos una institución muy antigua en el país, que ha hecho muchas cosas a favor del libre pensamiento. Nosotros promovimos la educación obligatoria, la libertad culto, la separación de la iglesia y el estado, los cementerios laicos", destaca Javier Rivadeneira.
Es así como han comenzado a desarrollar varias acciones tendientes a abrirse a la comunidad, siendo la punta de lanza Valparaíso, ciudad donde comenzó a funcionar la Gran Logia de Chile (ver recuadro).
Es por eso que la muestra proveniente directamente de China es solo la primera parte de esta apertura, ya que el objetivo final es que Club Central de Valparaíso -que funciona así alrededor de 135 años-, se convierta en forma permanente en un "espacio más donde el mundo de la cultura puede exhibir su trabajo", explica Rivadeneira.
Si bien los orígenes de la masonería se remontan a la época de la independencia, las logias no perdurarían en el tiempo hasta que en la década de 1850, en Valparaíso, resurge el interés cuando extranjeros residentes fundaron la Logia Francesa L' Etoile du Pacifíque y la Logia Americana Bethesda. Siguiendo este ejemplo, surgieron grupos en el Puerto integrados por chilenos y sudamericanos: Unión Fraternal y Progreso. Al mismo tiempo, también nació una logia en Concepción y en Copiapó. En 1862 las logias nacionales decidieron dejar de estar adscritas a grandes logias europeas y organizaron la Gran Logia de Chile, como un ente superior y centralizador, y que tuvo como sede Valparaíso, siendo su primer Gran Maestro fue el radical Juan de Dios Arlegui. Otros masones conocidos son José Francisco Vergara, Eduardo de la Barra y Valentín Letelier.
Flor Arbulú
28 de noviembre es el último día para visitar la muestra, que estará abierta de 10 a 13 horas.
Fuente: Agencias.