Se firma el Acta de Santa Brígida en Veracruz, que es un pacto entre Venustiano Carranza y la Casa del Obrero Mundial por el que los obreros se incorporan a la lucha armada y forman corporaciones militarizadas que se denominan “Batallones Rojos”.
Adheridos al constitucionalismo, los obreros se comprometen a colaborar con el gobierno, a propagar los principios de la Revolución entre los diferentes gremios de obreros y a integrar los “batallones rojos”; por su parte, el gobierno se compromete a mejorar las condiciones de los trabajadores, a expedir las leyes necesarias; a atender sus reclamos y a ayudarlos a cubrir sus principales necesidades.
A los pocos días de la firma del pacto, la Casa del Obrero Mundial integrará seis batallones organizados por Ignacio C. Enríquez. Unos combatirán en El Ébano y en la Huasteca veracruzana contra los villistas que tratan de apoderarse de los pozos petroleros; otros en el Bajío al lado de Obregón y el resto permanecerá en Veracruz en lucha contra los zapatistas.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.