La masonería gallega del siglo XXI

Mandatarios masones de Portugal y España acuden a Vigo para celebrar la primera ceremonia de su templo en la ciudad olívica.

"El rito de iniciación en una logia masónica es algo que un masón no olvida nunca. La primera impresión que tuve es que no me querían con ellos, que hacían todo lo posible para que no entrara". Este es el recuerdo de José Vázquez Fouz, venerable maestro de la logia Atlántica-84, de su ingreso en el mundo masón hace más de 20 años. Otros hermanos y hermanas -como se llaman los miembros de las logias (agrupaciones de masones)- destacan el simbolismo de la ceremonia, la ilusión y la incertidumbre. Son las pinceladas en recuerdos de algunos masones gallegos que piden justicia. "La democracia tiene una deuda muy importante con la masonería. Aún no se ha lavado su nombre", apunta un 'hermano'.

Los masones creen en el Gran Arquitecto del Universo. Su fin es ampliar el conocimiento, vivir la espiritualidad y ser mejor persona. Sus ritos son ancestrales y los símbolos que utilizan proceden de los antiguos constructores de catedrales medievales. De ahí, el protagonismo de la piedra y el cincel, la regla, el nivel o la escuadra en sus ceremonias y templos.

Introducirse en el mundo masónico, formando parte de ellos, no es sencillo. Los que aspiren a entrar para escalar socialmente o económicamente, mejor, no pierdan el tiempo. El interior de la persona es lo que cuenta y lo que se evalúa. De hecho, los masones no se cansan de decir que "es más fácil salir que entrar".No obstante, en el siglo XXI y liberándose de la "leyenda negra" que durante la Guerra Civil y la dictadura se lanzó contra ellos, las órdenes masónicas en Galicia -que cuentan con 180 hermanos y hermanas (miembros)- prescinden del secreto total para darse a conocer un poco más. De ahí, que se pueda bucear en ingente información volcada por ellos en la Red, incluso en Facebook.

Fuente: Agencias.