Se trata de los papeles del primer Gran Maestro del Gran Oriente Español en el exilio, el Muy Respetable Hermano Lucio Martínez. La Gran Maestría del Muy Respetable Hermano se inició en 1938 en territorio español durante la Guerra Civil y se extendió hasta 1946, cubriendo el periodo de la Segunda Guerra Mundial y la no intervención aliada en España. El Gran Maestro se exilió primero a París en 1939 y a partir de 1940 a México, donde residió hasta su muerte en 1957. El exilio no impidió que sufriese la persecución sistemática de la Masonería durante el Franquismo: en 1944 fue condenado en rebeldía por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo a la pena de 20 años como autor del delito consumado de pertenencia a la Masonería, en la que se había iniciado en 1919.
El Grande Oriente Español acordó por la unanimidad de los miembros de su Gran Asamblea General Extraordinaria de 2001 quedar indivisiblemente unido a la Gran Logia de España en una única Obediencia Masónica, uniendo así la historia de la Masonería Española previa a la democracia con la regularidad masónica internacional. Fue después de este hecho cuando los descendientes del primer Gran Maestro en el exilio donaron este tesoro conservado en México, que la Masonería Española quiere poner ahora en manos de la investigación histórica. “La colaboración con el Centro Documental de la Memoria Histórica es el mejor destino que puede tener este fondo documental para que no se deteriore ni se pierda. Su valor último reside en que nuestra historia se conserve y se conozca”, explicó el Gran Maestro.
Fuente: Gran Logia de España.