El grupo de caballos mecánicos portó la bandera de la Gran Logia de España. La comitiva motera puso rumbo a El Escorial, donde los participantes visitaron el monumental monasterio, concebido como un ejemplo de los principios que estructuran la arquitectura sagrada, cuyo simbolismo es objeto permanente de estudio por los masones.
La ruta por la serranía madrileña concluyó en Majadahonda, donde moteros y moteras compartieron mantel. Las cuotas de inscripción y los donativos de los participantes se destinarán al próximo Campamento de verano Blasco Ibáñez, que acoge a niños de familias en situación de vulnerabilidad. “Masones y los moteros compartimos muchos valores comunes. La hermandad y la solidaridad es innata en nosotros. Los masones compartimos la premisa de que lo importante es el camino y lo que aprendemos en él, sin importar el tiempo que tardemos en recorrerlo”, explica el Querido Hermano Agustín Martínez.
Fuente: Gran Logia de España.