El 11 de enero de 1861 el presidente Benito Juárez hizo su entrada triunfal a la capital de la República, la que días antes había sido recuperada por el ejército liberal. Con ello, se perfilaba el fin de la Guerra de Reforma o Guerra de los Tres Años.
Hasta entonces la ciudad había permanecido en manos de los conservadores, que buscaban la anulación de la Constitución de 1857, la permanencia de Ignacio Comonfort en la presidencia, la convocatoria a un Congreso extraordinario (Plan de Tacubaya) y el fortalecimiento de la Iglesia y el Ejército. La facción liberal, por su parte, demandaba una república representativa, federal y popular; pretendía borrar toda herencia colonial y desamortizar los bienes del clero (Leyes de Reforma).
A su entrada a la ciudad de México, Juárez convocó a nuevas elecciones. Tomó posesión como presidente constitucional de la República el 15 de junio de 1861.