Tomado de: http://www.losandes.com.ar/notas/2009/6/14/sociedad-429697.asp
La masonería en nuestra provincia funciona desde 1870. La primera Logia se llamó Joven Mendoza y su primer maestro venerable fue Tiburcio Benegas. Otros masones conocidos han sido Agustín Alvarez, Demetrio Mayorga, Julián Barraquero y Emilio Civit. El pico más alto de actuación masónica en Mendoza se registró entre 1900 y 1930.
En esa época había logias en los departamentos de San Martín, General Alvear y Maipú. En esos años la masonería era un lugar de "encuentro social. Si no se iba a las logias no se enteraban de nada", cuentan sus miembros.
Por estos días también los masones actúan en política y ocupan cargos públicos. "Hay gente que está en la política y que son masones pero no vienen a militar a la Logia", afirman sus compañeros. Un masón respetado por sus compañeros de Logia fue el ex decano normalizador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo, Luis Triviño.
Hoy hay cuatro obediencias masónicas en Mendoza, la Gran Logia de Libres y aceptados masones de Argentina, el Gran Oriente Federal de la República Argentina, la Orden Mixta del Derecho Humano y la Gran Logia Femenina Argentina.
El siglo XXI está por cumplir su primera década y los cambios que provocó su inicio todavía se registran. Así como muchas instituciones permanecen rígidas a través del tiempo, otras cambian y esos movimientos generan repercusiones. Éste es el caso de los masones mendocinos.
Es que la apertura de una Logia Femenina en nuestra provincia, ha impactado fuerte en esos grupos. Ahora hay más masones que quieren que la sociedad mendocina se entere de que "existen" y que "también pueden tener su Logia las mujeres". Pero además advierten un dato novedoso: desde diferentes grupos masones aseguran que "ha aumentado el interés de la gente" por estos movimientos.
Más allá de que lo que se mantiene secreto siempre genera curiosidad, los masones locales destacan que su movimiento es buscado por otros motivos. "Somos discretos, no secretos. La tecnología hace que todo salga a la luz y es importante que salgamos a decir qué hacemos", aclara Luis Ragno, quien ejerce de Gran Maestre -la autoridad máxima- de la Logia Gran Oriente Federal de la República Argentina.
Cuenta también que las diferentes películas y documentales que se emiten sobre la masonería, han logrado que la gente no los vea como "bichos raros". Afirma que "el desconcierto que tienen las personas frente a la crisis de varias instituciones, hace que busque otros lugares en donde pueda desarrollar la amistad, la igualdad, la fraternidad, la tolerancia y el respeto. La crisis hace que la gente se pregunte por su existencia".
En este sentido, María Elena Castillo, miembro de la Logia Femenina de Mendoza, coincide con Ragno y agrega: "Muchas mujeres buscan este espacio de crecimiento personal. Les gusta que busquemos el bien común, que seamos más fraternos y respetemos al otro. Vemos una necesidad muy grande de trabajar en los valores, eso nos demandan mucho las mujeres".
Sin dudar Castillo sentencia: "Estamos en una crisis profunda en cuanto a la formación interior de las personas y por eso la gente quiere formar parte de grupos que tengan en cuenta el crecimiento del ser humano y el fortalecimiento de los vínculos".
Ragno también quiere terminar con la histórica tensión entre Iglesia y masonería: "La oposición con la Iglesia es histórica porque la Iglesia dominaba el ámbito cultural, social y político en Europa. El hecho de que aparecieran libres pensadores era complicado. Pero San Martín, Belgrano, Sarmiento, Alfredo Palacios, todos fueron masones, por nombrar algunos, y no podían estar tan equivocados. En nuestras Logias hay católicos y gente que no cree en nada. La religión no es un impedimento".
A nivel universal, los primeros grados dentro de la logia simbólica son aprendiz, compañero y maestro. Después, dentro de las logias filosóficas están los distintos grados, en función de las diferentes corrientes de pensamiento, que van del 4 al 33.
"Para ingresar a nuestra Logia pueden llenar su solicitud por Internet. Después tenemos entrevistas con los que tienen interés en formar parte de la masonería", indica Ragno.
Las Logias se reúnen una vez por semana y en esa reunión uno de sus miembros expone un tema que preparó para ser debatido con sus compañeros. "Después que expuso cada uno dice lo que piensa y debatimos, ése es un buen ejercicio de tolerancia", confiesa el Gran Maestre.