Tomado de: http://diariodeunturista.com/el-palacio-de-regaleira-simbolismo-y-masoneria-en-portugal/2866
Hay un edificio residencial que está situado en el corazón del centro histórico de Sintra y que ha sido galardonado como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Se trata del Palacio de Regaleira, un hermoso edificio que fue mandado a construir por un hombre muy rico llamado Carvalho Monteiro.
La residencia ocupa un terreno de 4 hectáreas ocupadas además por jardines, lagos, pabellones, edificios de diseños raros relacionados con la masonería y los templarios, muchos de los cuales, además, combinan arquitecturas varias: la manuelina, la renacentista o la gótica, por ejemplo. Es un sitio muy raro, pero por eso muy atractivo.
Antes de que se construyera el palacio la zona era una quinta que estaba en manos de la baronesa de Regaleria, de ahí el nombre, pero comienza a adquirir su forma actual cuando es comprada por Carvalho Monteiro a fines del siglo XIX. Este hombre quería construirse una casa hermosa en un vasto jardín y al mismo tiempo quería rodearse de todas aquellas cosas que movían su curiosidad.
Carvalho añoraba el Portugal de la época de los grandes descubrimientos geográficos y al mismo tiempo era un sujeto a quien le interesaba la alquimia, la masonería, la Rosacruz, los templarios y todos los temas esotéricos en boga. Por eso, caminar hoy por este lugar tiene mucho de mágico y de fábula. En la quinta predomina un bosque cuyos árboles no están dispuestos al azar sino siguiendo la idea del primitivismo: comienza siendo ordenado y después cae en el salvajismo, y en el medio se alza el palacio, una residencia impoenente.
Hay estatuas de dioses, representaciones de alegorías, quimeras, un pozo al que se baja por una escalera en espiral con rellanos que evocan a la Divina Comedia de Dante, representando tal vez el Paraíso o el Infierno, y en cuyo fondo hay una cruz de los vientos en mármol sobre una rosa templaria, galerías y túneles que se comunican con otras partes de la quinta, una capilla neogótica y neomanuelina, un hermoso lago, una torre y mucho, pero mucho más.
El paseo se pone cada vez más interesante conforme uno se adentra en los misterios del Palacio de Regaleira, producto de la imaginación, la curiosidad y el interés de un hombre rico.