Todas o casi todas las culturas ancestrales celebraban los Solsticios ya que éstos marcaba hitos vitales en la supervivencia de estas culturas, indicando a sus miembros a través de los sacerdotes, la época de siembra o de cosecha, el cambio de estaciones con el renacimiento del Sol después del invierno.
Astronómicamente el Solsticio es cada uno de los dos puntos en la curva elíptica en la cual su distancia del Ecuador Celestial es la mayor alcanzada por el Sol cada año alrededor del 22 de Junio y el 22 de Diciembre; el tiempo que el Sol cruza el Solsticio el 22 de Diciembre comienza el Verano en el Hemisferio Norte y el Invierno en el Hemisferio Sur.
Este año el Solsticio es algo especial por dos razones: primera el cambio de los dígitos del nuevo milenio y segunda porque coincide con el perigeo de la luna y la Luna llena, acontecimiento cósmico que solo se repite cada 133 años.
Masónicamente hablando, el Sol es un símbolo de suma importancia. La Logia que, entre otros, simboliza también al Universo, con su piso terrenal y su techo celestial, donde el Venerable Maestro ilumina simbólicamente con su Sabiduría a todos los Hermanos del taller, representa al Sol en su nacer. El V\M\ dirige la Logia desde su trono en el Oriente, fuente de la Luz, al igual que el Sol que comienza su esplendor desde el Oriente; el Primer Vigilante simboliza al Sol en su ocaso en el Occidente y el Segundo Vigilante simboliza al Sol al Mediodía (Norte).
Siendo la Naturaleza el marco de acción del Masón y los fenómenos naturales, fuentes de estudio e inspiración, no podía estar nuestra orden ajena al fenómeno natural del recorrido elíptico del Astro Rey destacando que sus puntos más lejanos y distantes del Ecuador, coinciden con los cambios naturales de las dos estaciones opuestas, Invierno, Verano, símbolos también de la contradicción, la dualidad, los pares opuestos, representados en el piso del Templo por las baldosas blancas y negras.
El Solsticio de Invierno nos recuerda también nuestra propia Iniciación, la oscuridad de la Cámara de Reflexiones, el invierno del mundo profano dentro de nosotros que dejamos atrás, cuando en el templo se nos pregunta: ¿Cuál es ahora el mayor deseo de vuestro corazón? ; y respondemos sin titubear: ¡Ver la Luz!!!
Festejemos HH.·. este SOLSTICIO de INVIERNO, con amor, fe y sana alegría, mantengamos nuestra Iniciación como un simbólico Bautismo de DIGNIDAD porque como Masones debemos contribuir al mejoramiento individual y de la humanidad toda, mostrándole el camino con nuestro ejemplo de hombres libres y de buenas costumbres.
GENTILEZA DEL Q.·. H.·. MARIO MODICA.