MÉXICO, D.F. El Universal
La “visita apostólica” ordenada por el Vaticano a los Legionarios de Cristo no debe centrarse en los abusos sexuales cometidos por su fundador, el padre Marcial Maciel, y otros religiosos, sino en romper la estructura de complicidades en el interior que permitió el engaño y manipulación religiosa, advirtieron ex legionarios.
José Barba, comandatario legal del grupo querellante ante la Santa Sede, señaló que es necesario integrar una grupo multidisciplinario (con abogados, sicólogos, académicos, entre otros) que realice una investigación paralela independiente.
Quien fuera víctima de los abusos del padre Maciel, señaló que la Iglesia no está equipada para una investigación de ese tipo, que abarque al grupo laico “Regnum Christi”, las instituciones educativas y la red de seminarios.
Barba y José Antonio Pérez Olvera, ex legionario y víctima, criticaron las declaraciones del vocero de los Legionarios, Javier Bravo, y del secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Leopoldo González, quienes se refirieron a la visita como un “acto de amor” y no como una acción para reorientar y subsanar los vacíos de la congregación.
Los ex legionarios pidieron “mano dura” al Vaticano y dar a conocer a los religiosos que permitieron el ascenso y el abuso de poder del padre Maciel.
Para el especialista en temas religiosos Elio Masferrer Kan después de la visita podrían darse algunos movimientos en la cúpula de los legionarios, como la destitución de Álvaro Corcuera —actual líder de la congregación— y el deslinde de la figura del padre Maciel.
Consideró que la investigación puede ser “dura” porque se dañó mucho la imagen de la iglesia católica luego de conocerse los abusos sexuales que cometió Maciel contra seminaristas y que incluso tuvo una hija.
Se conoció que la visita comenzó en México con mucha discreción luego de que pasó la Semana Santa.
De acuerdo a información que difundió la agencia noticias Notimex, el Vaticano designó Ricardo Watty Urquidi, de la diócesis de Tepic (México); de Charles Joseph Chaput, arzobispo de Denver (Estados Unidos) y de Giuseppe Versaldi, obispo de Alejandría (Italia) para llevar a cabo la visita apostólica ordenada por el papa Benedicto XVI el 31 de marzo de este año a los Legionarios de Cristo.
Citando a fuentes de la Santa Sede, indicó que a ese grupo se suma el sacerdote jesuita Gianfranco Ghirlanda, rector de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, quien se encargará de investigar todas las instituciones educativas de la Legión.
La polémica por la doble vida de Marcial Maciel provocó que en mayo de 2006, el papa Benedicto XVI le ordenara a retirarse del sacerdocio y de todo ministerio público. Murió dos años después.
El 3 de febrero pasado, los Legionarios dieron a conocer que su fundador tuvo una hija. Ahora, el Vaticano mandó una visita apostólica para conocer el estado real de la congregación.
Masferrer consideró a Watty como un obispo independiente de mucha experiencia que al ser misionero del Espíritu Santo saber cómo se desarrolla al la vida dentro de las congregaciones religiosas.
El que haya sido incluido al jesuita Gianfranco Ghirlanda en la visita, indica que existe interés por conocer la labor educativa de los legionarios.
Barba y Pérez Olvera consideraron que la congregación hará lo posible por no dañar su imagen e incluso pueden llegar a tener cierto nivel de encubrimiento.“La legión tratará a toda costa de salvar su imagen”, dijo Barba.
Pérez Olvera pidió “mano dura” en la visita apostólica ya que no sólo se comentaron abusos sexuales sino violaciones a los derechos humanos y castigos extenuantes y denigrantes disfrazados de penitencias.
A su consideración la visita también tendría el propósito de indicarle a la iglesia católica “qué otros hoyos debe de tapar”.