Fundadores de Mariano Arista

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sábado, 7 de abril de 2012

Francisco de Miranda: un masón universal amante de la libertad

Las Logias Bolívar y Morillo 91º de Valera y Luz de Los Andes 205º de Trujillo evocan el pensamiento libertario del Padre de la masonería latinoamericana. Su legado sigue vigente y exige un análisis reflexivo sobre su posición ante las desigualdades 

La obra de Francisco de Miranda, este venezolano universal que nació en Caracas, el 28 de marzo de 1.750, exige a los amantes de la Patria libre y fraterna, explorar su pensamiento que traspasa los principios de libertad, igualdad, soberanía y amor por la independencia de los pueblos.

Sus ideales siguen vigentes, los latinoamericanos están llamados a mirar el pasado del caballero considerado el adalid de la libertad e emancipador de los pueblos de América. A sus preceptos de lucha se sumaron a Simón Bolívar, Bernardo O' Higgins, y otros tantos héroes del continente. 

Los masones se reúnen cada 28 de marzo para celebrar no sólo el nacimiento del viajero infatigable, sino el día nacional de la masonería venezolana. Francisco de Miranda, no descansó en su lucha por un mundo libre, su búsqueda del conocimiento lo sumó a la sociedad masónica, comunidad cimentada por la libertad, igualdad y fraternidad.

Miranda fue iniciado en la orden masónica en 1.783 en los Estados Unidos. Una vez iniciado en la Francmasonería fundó en la ciudad de Cádiz en España, la Logia Lautaro, donde fueron iniciados destacados personajes de la historia libertadora del continente americano. 

Digno ejemplo

El maestro masón Manuel Zorilla afirma que Miranda nos legó una lección de comportamiento cívico, y de silencioso sufrimiento frente a la adversidad y la prisión. Sus labios jamás pronunciaron su palabra de queja o lamento. Su frente no se inclinó ante los golpes de la suerte, ni su alma se humilló ante el momento de triunfo. 

Zorilla agrega que el genio universal, reconocido como el precursor no sólo de la independencia sino integración de América, siempre se mantuvo sereno y en comunión con el Gran Arquitecto del Universo. Fue un soñador y un filósofo, un masón que luchó por la libertad, se sacrificó por su patria, vivió como héroe y murió como todo un hombre.

El venezolano universal, un hombre libre y de buenas costumbres, con su espíritu masónico, participó en tres procesos históricos, entre ellos la Independencia de Norteamérica, la Revolución Francesa y la Independencia de Hispanoamérica. Su fuego moral derribó las barreras de tiranía y el yugo español.

Forma de vida

La Masonería es una forma de vida. Es forma colegiada de reflexión filosófica, que propone un esfuerzo de autoconciencia y de autenticidad personal que está por supuesto abierta a cualquier interpretación confesional y en esa libertad, todas las opciones son posibles para el masón.

No es una religión, por cuanto no se presenta como un camino de salvación, sino como un método de crecimiento personal y de aumento de la conciencia, en la búsqueda de una plenitud. Cree en la existencia de un ser supremo. La masonería no tiene dogmas. Sus principios la libertad, igualdad y fraternidad y su fin la búsqueda de la verdad.

La masonería rechaza las tiranías, promueve y defiende el respeto de los derechos humanos, la democracia, la justicia, la educación y el desarrollo socioeconómico de los pueblos. Combate la intolerancia, la injusticia, el racismo, y la ignorancia, el fanatismo, el vicio y la superstición.

Cimientos

La masonería es una sociedad de hombres libres, que practican el silencio, la meditación y la prudencia. Su doctrina moral está en el amor fraterno; la ayuda mutua; la verdad, la práctica de las virtudes: temperancia, fortaleza, y justicia; y su doctrina espiritual es la convicción de un Ser Supremo y la inmortalidad del alma. Apuesta a la paz, evita la violencia y recurre al diálogo y la razón.


Fuente: Logia Bolívar y Morillo 91º