Oriente de Buenos Aires, 1 de abril de 2011 (e.v.)
Queridos Hermanos Todos:
Habrán advertido en el Boletín de la Gran Logia correspondiente a marzo, disponible en nuestro sitio de Internet, que la membresía de nuestra Institución crece a un ritmo muy interesante, en consonancia con el acercamiento de nuestra Institución a las Universidades Nacionales con las que venimos suscribiendo acuerdos marco de cooperación académica y cultural y la apertura de Cátedras de Pensamiento Libre. Nuestro fuerte y leal compromiso con la educación y el laicismo permite que después de mucho tiempo la juventud estudiosa se sienta nuevamente interpretada y contenida por la masonería. Llegan solicitudes de ingreso desde todo el país, en coincidencia con el nacimiento de logias y la reposición de otras que en las últimas décadas abatieron columnas. Hermanos en sueños retoman la tarea y muchos jóvenes descubren la masonería y se interesan en ella.
En estos tres meses de 2011 hemos sido convocados por muchos medios periodísticos de Capital Federal e interior del país. Diarios, canales de televisión y radios han publicado entrevistas en las que hemos desarrollado los temas esenciales de nuestro ideario y de nuestra tarea cotidiana, y hemos tratado de desmitificar algunas ideas que nos afectaron en el pasado. Se nos pregunta, por ejemplo, si la masonería es enemiga de las religiones. Hemos aclarado, y ya se refleja en la opinión pública, que a pesar de la excomunión que pesa sobre los miembros de la masonería desde la bula “In eminenti” dictada por Clemente VII en 1738, la institución masónica no mantiene ningún tipo de conflicto ni enfrentamiento con la Iglesia Católica ni con ninguna otra confesión religiosa.
Al contrario, explicamos que los masones solo requerimos para el ingreso la edad mínima de 18 años, ser hombres libres y de buenas costumbres, es decir, nuestra filosofía y nuestra práctica nada tienen que ver con una religión o su ejercicio.
Somos librepensadores, nos construimos a nosotros mismos y desde allí a la comunidad, nos apoyamos en el Código de Moral Masónica y en nuestros talleres de ideas nos nutrimos con la pertenencia y la participación de quienes piensan diferente pero son capaces de establecer la fraternidad sobre las premisas de Libertad, Igualdad y Fraternidad, Ciencia, Justicia y Trabajo. Respetamos el fuero íntimo de cada uno y coincidimos en un Gran Arquitecto del Universo a quien cada masón le otorga el contenido que mejor se compadece con sus propias ideas.
En la mayoría de nuestros Talleres se practica el sencillo rito de la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones de la Argentina, al que consideramos más actualizado y acorde con los tiempos que corren. El rito hace a las formas, es el conjunto de reglas que ordena el desenvolvimiento de nuestras Tenidas; el de la Gran Logia no es el único, también existen otros ritos que se desarrollan en paridad de criterio.
Oriente no es la representación de un poder despótico o abusivo, sino el lugar desde donde el Venerable Maestro, asistido por los ex VV:.MM:. administra la luz masónica para que le llegue en armonía a cada uno de los hermanos. Ningún masón debe inclinarse ante otro masón, nadie debe amonestar en público a un hermano porque en ese caso quebraría su propio compromiso fraterno. La piedra bruta se convierte en piedra cúbica cuando cada uno logra salirse de sus pasiones, cuando intercambia ideas y trabaja en temas concretos que interesan a la sociedad. Somos una fraternidad que reconoce a la filosofía, la filantropía y el progreso como sus valores y sus metas de todos los días.
En ese marco, no extraña el descenso que observamos en la edad promedio de nuestros miembros. Damos paso a los jóvenes, los nutrimos con el consejo y la colaboración de los mayores, los instamos a que asuman las responsabilidades principales. La Masonería Argentina se renueva, crece, se multiplica, requiere la colaboración de todos. Queremos y necesitamos que cada hermano trabaje con intensidad, con alegría y con el orgullo de ser masón.
Con sincero agradecimiento, acepten por favor mi saludo fraterno.
Ángel Jorge Clavero
Gran Maestre