“No somos adivinos, brujos o embaucadores como la sociedad cree”

Roland Brisson, gran maestro de la Gran Logia de Habla Hispana, visitó Guayaquil con el objetivo de divulgar que el colectivo tiene como principio promover el crecimiento intelectual y espiritual

Roland Brisson, ascendido como Gran Maestro, realiza una gira por la región. Foto: Cortesía

El intenso olor que provino de los múltiples inciensos,  llenó el ambiente del  local de la Orden Rosacruz Amorc - Capítulo Guayaquil-, ubicado  en Luque 645 y García Avilés (centro). 

La ocasión fue especial para todos los que cada semana se reúnen allí para repasar las enseñanzas y meditaciones que practica dicha agrupación.

Roland Brisson, recién ascendido como Gran Maestro de la GLH (Gran Logia de Habla Hispana), estuvo en la ciudad este fin de semana como parte una gira por los países latinoamericanos e hispanoparlantes de Estados Unidos, en la que aclaró las funciones que debe cumplir dentro de su actual jerarquía.

Brisson, quien cuando conversa no deja de ver a los ojos a su interlocutor, detalló  la misión que tiene  la Orden Rosacruz en la urbe porteña y por qué tanto tiempo el  colectivo  se mantuvo en secreto.

¿Cuál es el objetivo de su visita a Guayaquil?

El objetivo de mi viaje por las ciudades latinoamericanas -donde hay capítulos y logias- es el de tener contacto con cada uno de los integrantes activos y divulgar que es un anhelo de la Orden Rosacruz Amorc  abrirse y ser conocidos a profundidad por los demás.

¿Cómo la gente puede saber que ustedes son la auténtica Orden?

Nos identificamos a nosotros mismos y ante los demás como Orden Rosacruz Amorc. Estas siglas provienen del latín Antiquus Arcanus Ordo Rosæ Rubeæ et Aureæ Crucis, que significa Antigua y Mística Orden Rosae Crucis.

Y aclaro, no somos adivinos, brujos, o embaucadores, como la sociedad nos ha considerado por mucho tiempo, gracias a los estafadores que se designan así.

¿Qué enseñanzas compartirá durante su gira?

Las mismas enseñanzas impartidas por nuestro máximo líder, el Imperator Christian Bernard, de Francia, quien durante una conferencia que ofreció este año en Brasil,  habló de la importancia de la ecología espiritual.

Usted mencionó el término “buscadores”, ¿a quiénes se refiere?

Son las personas, en este caso, miembros  de la Orden, que  constantemente investigan las diferentes áreas de conocimiento para trascender y ser felices como parte del crecimiento espiritual e intelectual.

¿Qué es la ecología espiritual?

Este año debemos proyectarnos en el cuidado del planeta desde un punto de vista espiritual.
La tierra debe ser entendida como el lugar donde deben evolucionar los cuatro reinos, me refiero a los cuatro elementos: tierra, agua, fuego, y aire.  Recuerde que   el 70% de nuestra composición es del líquido vital.

¿Cuál es el origen de la Orden?

Se presume que tuvo su raíz en las tradiciones esotéricas, filosóficas y en los mitos del antiguo Egipto,  aproximadamente 3.500 años a.C. Pero fue recién en 1915 que Spencer Lewis, asesor de Ford y Rockefeller, expandió la Orden desde Francia hacia Nueva York y luego hacia el resto del continente americano.

¿Cuánto tiempo tarda un miembro activo en ascender?

Eso depende del tiempo que le dedique cada persona al estudio de las monografías, pero pueden tardar muchos años en subir de nivel.

¿Por qué usan términos en latín todo el tiempo?

Hay dos razones fundamentales por las que nos expresamos así:  por el origen de la Orden y también por las vibraciones que produce este idioma ya extinto, que son altamente favorables para el desarrollo del ser humano.
Lo de las vibraciones se basa en un estudio científico francés sobre el color que tiene cada nota musical y cómo este afecta el entorno.

¿Qué opinión tiene la Amorc sobre el calendario maya y sus predicciones?

Muchas de las cosas predichas por los Mayas se han cumplido; por ejemplo, el uso indiscriminado del “plástico” (tarjetas de crédito) o el calentamiento global.

Sobre el miedo infundido en la sociedad por el “fin del mundo”, según la Carta Anual de nuestro Imperator, estaremos meditando como en cada solsticio o equinoccio.

No tememos a lo que pasará, además, estaremos entrando a la era de la mujer.

¿A qué se refiere con la era de la mujer?

Basándome en investigaciones de un sociólogo francés (no proporcionó el nombre), este es un período donde la humanidad buscará la forma de migrar de la ciudad al campo, a la comuna, por un reavivamiento del amor hacia la tierra, la unión familiar.

Siendo  claro, más que la era de la mujer, será el tiempo del arquetipo femenino.

• Fuente: El Telégrafo.