QQ.·. HH.·. todos.
Que mejor oportunidad para celebrar el Invierno, al reconocer, comprender y aceptar la sabiduría pagana.
Recibid mis parabienes de salud, alegría y prosperidad al recibid el nuevo fuego.
El poder sutil del Solsticio de Invierno
Mucho más que sólo otra fecha en el calendario, el solsticio de invierno es un portal de poder para enriquecer nuestras vidas, la interna y la exterior.
LOS DIOSES SOLARES, EL SOL ESPIRITUAL
De todas las celebraciones antiguas, es una de las más universales, cuyos ecos resuenan en el énfasis contemporáneo en las festividades decembrinas. Las prácticas paganas desde Asia a América comparten metáforas extraordinariamente afines acerca de esta época del año, la que anunciaba la fuerza especial del Sol, simbólicamente vuelto a nacer como un niño o ser sagrado tras la noche más larga, alrededor del 21 de diciembre. Mitras, Horus, Helios y Dionisio están entre los hijos-sol milenarios, nacidos todos el 25 de diciembre, el día en que el Sol astronómico inicia su retorno. Algunos investigadores suponen que festividades como éstas eran la obra sencilla de sociedades dependientes de los caprichos de la naturaleza para su sustento, de alguna forma intentando convencer al astro rey de que retornara y los bendijera con comida y calor. Un escrutinio más a fondo revela que diversas civilizaciones se concebían a sí mismas y a la naturaleza como vehículos interconectados con una Fuerza Vital Superior y veían estos cambios cíclicos como oportunidades para unirse con ella.
Las tradiciones solares:
“En la mayoría de los casos, las religiones de la antigüedad concuerdan que el visible Sol material era un reflector en vez de una fuente de poder… Este Sol reflejaba el invisible Sol espiritual… que era la fuente verdadera de la vida, la luz y la verdad”.
EL COLIBRÍ SOLAR
La tradición oral mexica aporta uno de los ejemplos más ricos de la relación mística con el Sol que he encontrado en años de estudio sobre el tópico. El solsticio de invierno marca el nacimiento del “Niño Precioso”, Huitzilopochtli, también conocido como El Guerrero del Sur, el Señor que nos da la fuerza de voluntad lo logra a pesar de las adversidades. (Su hermana es la Luna.) El significado místico de guerrero es: “el que sabe luchar en la vida y vencer al yo inferior”. La voluntad que logra es la fuerza generada por la Fuente Superior, Ometeotl, que se expresa como el Señor del Sol. Mientras éste emprende su retorno hacia el Norte surge como Huitzilin, el colibrí solar, un ser cuya característica voluntad logradora se evidencia en su habilidad para sostenerse en el aire con el batir incesante y veloz de sus alas diminutas. Los abuelos le daban así la bienvenida: “Has venido aquí, Niño Precioso, Rayito del Sol que asciende”. Cada persona haría una revisión del ciclo que terminaba para identificar cómo podía haber ejercido mayor fuerza de voluntad. Entonces, con una ceremonia hermosa y oraciones para absorber este vigor característicamente solar, establecían sus metas de virtud para el año venidero.
En navidad, la práctica judeo-cristiana honra al Niño Jesús, el Hijo Divino (quien en las tradiciones esotéricas es una expresión del Sol espiritual). Unos días después, los occidentales establecen sus propósitos y metas de año nuevo, reflejando la intuición ancestral de que, de alguna manera, este periodo puede renovar nuestra disciplina y voluntad logradora. En la astrología occidental el Sol se asocia con la voluntad y el propósito y en el solsticio entra en Capricornio, signo de las metas, la dirección y la disciplina.
EMPEZAR DE NUEVO
En el Lejano Oriente este mismo portal es un tiempo importante de descanso y regeneración. El I Ching asocia el solsticio de invierno con el hexagrama 24, El Retorno, un tiempo en que “resulta enteramente fácil la transición de lo viejo”.
Un autor anónimo dijo alguna vez que el deseo más común de todo ser humano es tener un nuevo inicio. El fin de cada año trae una oportunidad especial, mientras aquietamos el tropel del quehacer cotidiano durante la encrucijada singular de cielo y tierra. Las fuerzas arquetípicas de los inicios, de la voluntad logradora, de la luz y del amor se conjugan y nosotros con ellas cuando decidimos ir más allá de los movimientos habituales a la tradición y hacer de esta temporada decembrina un verdadero festejo de lo que en verdad somos, y en manifestación de lo que podemos llegar a ser.
Un autor anónimo dijo alguna vez que el deseo más común de todo ser humano es tener un nuevo inicio. El fin de cada año trae una oportunidad especial, mientras aquietamos el tropel del quehacer cotidiano durante la encrucijada singular de cielo y tierra. Las fuerzas arquetípicas de los inicios, de la voluntad logradora, de la luz y del amor se conjugan y nosotros con ellas cuando decidimos ir más allá de los movimientos habituales a la tradición y hacer de esta temporada decembrina un verdadero festejo de lo que en verdad somos, y en manifestación de lo que podemos llegar a ser.
Afirmación de Año Nuevo
El Poder Superior continuamente renueva mi bien, y utiliza la conciencia e idea de los comienzos para intensificar su actividad renovadora, llevándome a un ciclo de éxito nuevo y aumentado en todo lo que me concierne ahora.
El poder sutil del Solsticio de Invierno
Mucho más que sólo otra fecha en el calendario, el solsticio de invierno es un portal de poder para enriquecer nuestras vidas, la interna y la exterior.
LOS DIOSES SOLARES, EL SOL ESPIRITUAL
De todas las celebraciones antiguas, es una de las más universales, cuyos ecos resuenan en el énfasis contemporáneo en las festividades decembrinas. Las prácticas paganas desde Asia a América comparten metáforas extraordinariamente afines acerca de esta época del año, la que anunciaba la fuerza especial del Sol, simbólicamente vuelto a nacer como un niño o ser sagrado tras la noche más larga, alrededor del 21 de diciembre. Mitras, Horus, Helios y Dionisio están entre los hijos-sol milenarios, nacidos todos el 25 de diciembre, el día en que el Sol astronómico inicia su retorno. Algunos investigadores suponen que festividades como éstas eran la obra sencilla de sociedades dependientes de los caprichos de la naturaleza para su sustento, de alguna forma intentando convencer al astro rey de que retornara y los bendijera con comida y calor. Un escrutinio más a fondo revela que diversas civilizaciones se concebían a sí mismas y a la naturaleza como vehículos interconectados con una Fuerza Vital Superior y veían estos cambios cíclicos como oportunidades para unirse con ella.
Las tradiciones solares:
“En la mayoría de los casos, las religiones de la antigüedad concuerdan que el visible Sol material era un reflector en vez de una fuente de poder… Este Sol reflejaba el invisible Sol espiritual… que era la fuente verdadera de la vida, la luz y la verdad”.
EL COLIBRÍ SOLAR
La tradición oral mexica aporta uno de los ejemplos más ricos de la relación mística con el Sol que he encontrado en años de estudio sobre el tópico. El solsticio de invierno marca el nacimiento del “Niño Precioso”, Huitzilopochtli, también conocido como El Guerrero del Sur, el Señor que nos da la fuerza de voluntad lo logra a pesar de las adversidades. (Su hermana es la Luna.) El significado místico de guerrero es: “el que sabe luchar en la vida y vencer al yo inferior”. La voluntad que logra es la fuerza generada por la Fuente Superior, Ometeotl, que se expresa como el Señor del Sol. Mientras éste emprende su retorno hacia el Norte surge como Huitzilin, el colibrí solar, un ser cuya característica voluntad logradora se evidencia en su habilidad para sostenerse en el aire con el batir incesante y veloz de sus alas diminutas. Los abuelos le daban así la bienvenida: “Has venido aquí, Niño Precioso, Rayito del Sol que asciende”. Cada persona haría una revisión del ciclo que terminaba para identificar cómo podía haber ejercido mayor fuerza de voluntad. Entonces, con una ceremonia hermosa y oraciones para absorber este vigor característicamente solar, establecían sus metas de virtud para el año venidero.
En navidad, la práctica judeo-cristiana honra al Niño Jesús, el Hijo Divino (quien en las tradiciones esotéricas es una expresión del Sol espiritual). Unos días después, los occidentales establecen sus propósitos y metas de año nuevo, reflejando la intuición ancestral de que, de alguna manera, este periodo puede renovar nuestra disciplina y voluntad logradora. En la astrología occidental el Sol se asocia con la voluntad y el propósito y en el solsticio entra en Capricornio, signo de las metas, la dirección y la disciplina.
EMPEZAR DE NUEVO
En el Lejano Oriente este mismo portal es un tiempo importante de descanso y regeneración. El I Ching asocia el solsticio de invierno con el hexagrama 24, El Retorno, un tiempo en que “resulta enteramente fácil la transición de lo viejo”.
Un autor anónimo dijo alguna vez que el deseo más común de todo ser humano es tener un nuevo inicio. El fin de cada año trae una oportunidad especial, mientras aquietamos el tropel del quehacer cotidiano durante la encrucijada singular de cielo y tierra. Las fuerzas arquetípicas de los inicios, de la voluntad logradora, de la luz y del amor se conjugan y nosotros con ellas cuando decidimos ir más allá de los movimientos habituales a la tradición y hacer de esta temporada decembrina un verdadero festejo de lo que en verdad somos, y en manifestación de lo que podemos llegar a ser.
Un autor anónimo dijo alguna vez que el deseo más común de todo ser humano es tener un nuevo inicio. El fin de cada año trae una oportunidad especial, mientras aquietamos el tropel del quehacer cotidiano durante la encrucijada singular de cielo y tierra. Las fuerzas arquetípicas de los inicios, de la voluntad logradora, de la luz y del amor se conjugan y nosotros con ellas cuando decidimos ir más allá de los movimientos habituales a la tradición y hacer de esta temporada decembrina un verdadero festejo de lo que en verdad somos, y en manifestación de lo que podemos llegar a ser.
Afirmación de Año Nuevo
El Poder Superior continuamente renueva mi bien, y utiliza la conciencia e idea de los comienzos para intensificar su actividad renovadora, llevándome a un ciclo de éxito nuevo y aumentado en todo lo que me concierne ahora.
El pueblo huichol se resiste a desaparecer y se conserva con pureza.
Colaboración del Il.·. y Pod.·. H.·. Jorge Villalba, 33º S.·. N.·.