Fundadores de Mariano Arista

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domingo, 1 de diciembre de 2013

La Masonería en el Siglo XIX


Mauricio Leyva, chilpancingueño, escribió "La Masonería en el Siglo XIX" una publicación del Instituto Belisario Domínguez, del Senado, que toca un momento crucial en la historia de México.

Me invito a presentarlo en el Senado de la Republica junto con el Senador Armando Ríos Piter y el maestro Manuel Jiménez Guzmán, Javier Saldaña rector de la UAG y Oscar Juarez Cardenas, no pude asistir por un asunto personal.

La masonería aglutino a los principales políticos del siglo XIX, héroes de la Independencia, la Reforma y la Revolución del 10. Tuvieron influencia definitiva en la política mexicana hasta los años 80, del siglo XX. Aunque siguen teniendo actividad dura en la sociedad. Antes todos los políticos querían ser masones, yo quería ser comunista, 

El tema de la masonería representa una fuente inagotable de conversación, imaginación y elucubración como lo demuestran la cantidad de libros y películas en la que la masonería oculta secretos y tesoros, que tiene presencia en los gobiernos del mundo y aún en la Iglesia católica.

En ocasiones se les considera determinantes en la política y la economía no únicamente en México sino en el Mundo. Pero lo que no se puede negar es que entre 1821 a 1890, la masonería cumple una función de integración y organización política y militar que influye de manera determinante en la lucha por la independencia, la guerra y las Leyes de Reforma y en los gobiernos de Juárez, Lerdo de Tejada y en el inicio del Régimen porfirista.

Nos describe Mauricio Leyva y en su libro, que en ese periodo es cuando la masonería alcanza su máxima influencia y presencia política; cuando surgen las grandes divisiones entre el Rito Escoces (finales de siglo XVIII) y el Rito de York, impulsado por el embajador estadunidense Joel J, Poinssett en 1925 que lo sería de la corriente liberal y finalmente ese mismo año 1825 surge una tercera opción nacionalista, el Rito Nacional Mexicano.

A diferencia del tradicionalismo hispanista, imperial y conservador de los escoceses, los yorkinos fueron los principales impulsores del sistema federalista, la educación laica a través de los Institutos de Ciencias y Oficios, contrarios a la influencia clerical en la vida política y fluctuando el Rito Nacional entre ambas posiciones políticas hasta la hegemonía de la corriente liberal en 1855, en el que con el Plan de Ayala se da inicio a la Etapa de la Reforma que enfrenta dos concepciones de nación: la conservadora y la liberal.

Las logias masónicas fueron formas incipientes de organización política y de representación inclusive militar entre intereses económicos, que las enfrentaron entre sí, aunque se hermanaran por sus principios, sus aspiraciones de grandeza humana y su espíritu de constructivo. 

En 1867, con la derrota de la corriente conservadora, se evidencian las divisiones entre fracciones liberales; entre civiles y militares. Una confrontación que enfrenta a Juárez con González Ortega, a Juárez contra Díaz, a Lerdo de Tejada contra Díaz hasta 1877 en el que Díaz alcanza la presidencia de la República.

En 1890, el general Porfirio Díaz, tomaría bajo su dominio a todos los ritos y los integraría en una "Gran Dieta Simbólica" constituyendo una fuente de legitimidad. No obstante, Díaz, no dudo en asesinar a ilustres masones o expulsar - vía encargos diplomáticos- a otros, como los generales Ramón Corona, Bernardo Reyes y con uno de los más grandes pensadores liberales mexicanos: Ignacio Manuel Altamirano, por lo que la masonería se transformó a partir de 1901 en el germen de la Revolución.

En Hora buena por Mauricio Leyva, un joven intelecto, en un estado que a veces se duda que tenga destino. 

Fuente: Agencias.