Al cumplirse un año más del natalicio de Don Benito Juárez, se le recuerda como miembro activo del Rito Nacional Mexicano, iniciado en el País por un yorkino y un escocés.
Es así como Benito Juárez, forma parte de la hermandad de la Masonería, que comenzó a operar en nuestro País a fines del Siglo XVII, nos señala el profesor Alfonso Koyok Ruiz, quien nos dice que en el año de 1806 se funda en la Ciudad de México una logia.
Además, siendo presidente de la República, Don Benito Juárez asistía a la logia con normalidad, como cualquier ciudadano.
En esta logia -explica nuestro entrevistado- supuestamente fueron ingresados Ignacio Allende, Aldama, los hermanos Galeana y el mismo Miguel Hidalgo y Costilla, siendo disuelta la logia en 1810, sería precisamente las tropas venidas de la metrópoli donde militaban varios masones y se restablece en 1821 con el apoyo del Virrey O’donoju.
Continúa el Profesor Koyoc explicando que para ser masón hay que creer en Dios. Los masones deben ser libres de pensamiento y de buenas costumbres, filántropos, con sentimiento de fraternidad, que creen en Dios todopoderoso y tratan de ser cristianos por excelencia, llevando a la práctica la honestidad, la virtud y la franqueza y el que no se ciñe a estos principios, no es un buen masón, es un “masoncito”.
Los masones -dice- se organizan en estructuras de base denominadas logias, que a su vez, pueden estar agrupadas en una organización de ámbito superior denominada “Gran Logia”, “Gran Oriente”.
No se puede eludir el papel que ha jugado la masonería a lo largo de nuestra historia para alcanzar conquistas liberales como la educación laica, el matrimonio civil, la libertad de cultos y la separación entre Iglesia y Estado.
Agregó Alfonso Koyoc que la Masonería se extendió rápidamente en México, en 1860 había más de 60 logias. Hay mucho que conocer de la Masonería que se mide por grados, siendo el mayor el grado 33.
Fuente: Periodico A.M.