Por: DAVID MENDÍVIL
TERCER TERCIO
"Lo dejo con su grey", esas fueron las palabras secas y frías con que se despidió José López Portillo de Juan Pablo II, en aquel lejano enero de 1979. Eran otros tiempos, los radicales, los liberales se molestaron hasta porque el nuevo Papa cruzaba las calles del DF con "sotana". ¿33 años después cambiaron las cosas?
En aquella primera visita papal, el 92% de los mexicanos eran católicos, hoy esa cifra ha bajado 9 puntos porcentuales, pero Juan Pablo II siempre fue bien visto por prácticamente todos los mexicanos, aunque a muchos les dolieron tantas cosas: que si se reestablecieron relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano, que si Vicente Fox siendo presidente de la República asistió a la misa de Canonización de Juan Diego en el 2002, y hoy les molesta que Benedicto VXI venga en año electoral.
El Papa llega a Guanajuato por varias razones, y no por que sea un estado gobernado por Acción Nacional. Es ahí en esa entidad donde se encuentra el centro geográfico de México, y uno de los santuarios más importantes del país.
Por muchos años el último domingo de enero se han dado cita miles de jóvenes en el Cubilete; suben los más de 15 kilómetros de empedrado para llegar a los pies de Cristo Rey, esa es una razón más para elegir este lugar.
Más allá de la altura del DF (motivo por el que el Papa no visite la capital del país), está el simple hecho de encontrarse con la juventud mexicana, ahí donde año con año se reúne en ese lugar.
Desde luego que existen temas torales a tratar, y que además se deben hablar, y el mismo Papa deberá de mostrarse directo: los detestables casos de pederastia (completamente inaceptables y condenables), la ola de violencia que azota al país, la crisis de valores, y el respeto a la vida.
Cierto es que hay quienes toman la visita papal como un simple pretexto para decir que "México deja de ser laico" por las modificaciones al 24 constitucional, sin embargo México no perderá esa laicidad, como no la perdió luego de los "Acuerdos de la Guerra Cristera". La masonería, los liberales del siglo XXI pueden estar tranquilos, el trabajo de Benito Juárez está a salvo.
Esta visita de Benedicto XVI ha movido a muchos sectores, incluso a los candidatos presidenciables, por lo menos Josefina Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, confirmaron durante la semana su presencia en la misa a faldas del Cubilete, desde luego que su presencia en la celebración Eucarística no responde solo a su "religiosidad", sino a salir en la fotografía y complacer de alguna manera al sector católico, que representa votos.
De tal manera que la visita del Papa sí provoca muchas reacciones, en prácticamente todos los sectores de la sociedad, esta visita simplemente no pasará desapercibida.
Fuente: El Siglo.