La vida de los próceres cubanos estuvo ligada a la masonería a lo largo del devenir histórico de la nación. Ejemplo claro está en el inicio de la guerra de independencia en 1868, gestada en encuentros fraternales de logias masónicas.
Hombres de la estirpe de Carlos Manuel de Céspedes y José Martí eran devotos de esa hermandad, caracterizada por adoptar el principio de fraternidad mutua entre sus miembros, y ser promotores de la paz, la justicia y la caridad. Para los masones, defender a su Patria por encima de todas las cosas constituye un principio inviolable.
José Manuel Collera, médico, masón y cubano de cuerpo entero, unió la profesión y los principios de su hermandad al servicio de Cuba y del ser humano.
A pesar de ello, grupos reaccionarios intentaron utilizarlo para desestabilizar a la Revolución a través de acciones subversivas de todo tipo.
En el capítulo Ayudas Peligrosas, de la serie Las Razones de Cuba, una vez más quedaron al descubierto las artimañas del gobierno de los Estados Unidos, dispuesto a arrebatarle la soberanía a la isla antillana a cualquier precio, incluso violando los principios de sociedades secretas como la de los masones, o creando Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) anticubanas, financiadas para traer un peligroso “socorro”.
Pero ¡cuidado con la tierra prometida!, porque la USAID es capaz de manipular el dolor de la familia cubana, a través de estos grupúsculos, sobre todo en un sector tan vulnerable como es el de los niños con padecimientos oncológicos.
¡Qué “nobles” y “humanos” aparentaban ser!: regalos, recaudación de fondos, excursiones a las playas, todo un engendro demagógico para disfrazar el irrespeto hacia la vida y la dignidad.
Organizaciones como Atlas Economic y Echo Cuba, entre otras, solapan sus intenciones de perturbar el orden social aquí, bajo el manto de una supuesta ayuda humanitaria, sustentada por las grandes sumas de dinero erogadas por la USAID.
Hoy existen en Cuba entre 300 y 400 niños con distintos tipos de cáncer, cuyo tratamiento oscila entre los 15 mil y el medio millón de dólares, y a ninguno se le ha negado la atención médica, a pesar de las restricciones provocadas por el bloqueo imperial.
Además, la Mayor de Las Antillas mantiene proyectos de cooperación con más de 300 ONG, bajo el principio de no injerencia en los asuntos internos de la nación.
Otra vez la mafia anticubana hizo caso omiso de nuestras tradiciones de lucha, nuevamente el dinero chocó contra la estirpe de los héroes anónimos.
Y volvió a equivocarse.
Fuente: Radio Cadena Agramonte.