Ana María Lorente. Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de España. La catalana Ana María Lorente está al frente de esta logia creada en 2005. Habló ayer en el club de este diario, presentada por Teresa Gil, de la Associació Cultural Avalon.
— Significa estar activamente en la sociedad en la que vivimos de una forma comprometida, vibrando en un grupo en el cual cada uno avanza a su ritmo. Es una escuela de comportamiento, un orden, basado en el estudio de los símbolos y en rituales para la mejora de cada uno. Integramos la libertad, la igualdad, la fraternidad, la tolerancia y la equidad, que son palabras de gran valor simbólico.
— ¿Qué diferencia a una logia femenina de una masculina?
—La logia, a la que llamamos obediencia, es independiente desde 2005. La primera logia femenina de España nació en 1984 en Barcelona impulsada por mujeres del sur de Francia. Como mujeres luchamos por la plena igualdad de derechos. Lo hemos conseguido a nivel jurídico, pero en nosotros, tanto en las mujeres como en los hombres, aún pervive un legado ancestral de discriminación. En la logia trabajamos por buscar la arquitectura genuina de cada una,esa esencia que en ese tiempo de lucha quizás hemos perdido.
— Recuperando el título de su conferencia, ¿tiene sentido la masonería femenina en el siglo XXI?
— Más que nunca. Se han perdido muchos valores y en el mundo actual se aprecia más la forma que el fondo. En la logia vivimos el desarrollo de la vida interior de cada una, nos encontramos a nosotras mismas y con nuestros valores.
— La masonería aún se ve como algo extraño, ¿qué falsos mitos se asocian a los masones?
— Esto pasa solo en España. En EEUU son más de un millón y están muy bien vistos. Los grandes libertadores eran masones y es un plus ponerlo en el currículum. En Francia también está más extendida, allí hay más de 15.000 masonas. En España entre mujeres y hombres hay algo más de 3.000 masones, pero es que aquí hemos tenido 40 años de dictadura durante los cuales la masonería fue muy perseguida. Ahora está resurgiendo, pero aún hay un estigma de que los masones son culpables.
— ¿En España se lleva más en secreto?
— A las nuevas generaciones es algo que les suena raro, pero hoy más que nunca hace falta un estudio profundo para reencontrarse con uno mismo. Pero no hay ningún secreto. No hacemos proselitismo, pero no se oculta nada, tenemos página web donde se puede buscar información. Aunque el ritual es vivencial, trabajamos con símbolos como herramientas para trabar con nosotros mismos, no es nada oculto, pero es algo vivencial, que ha de vivir cada uno.
— Estamos en un periodo de crisis económica que para muchos se está convirtiendo también en un momento de incertidumbre vital, de dudas y ansiedades, ¿se acerca más gente a la masonería buscando respuestas en medio de esta situación tan complicada?
— Con la crisis, ahora más que nunca ves que faltan valores en este mundo. Cuando tenemos un vacío interno buscamos llenarlo con cosas materiales y cada vez hay más gente que busca algo más profundo. Es un buen momento para acercarse a la logia.
— ¿Existe algún perfil que se repita entre la gente que entra en la masonería?
— Nosotros siempre decimos que puede entrar cualquier persona libre y de buenas costumbres que quiera profundizar en el sentido de la vida.
—¿La masonería atrae a los jóvenes o a las personas de más edad?
—Normalmente suele llegar gente a partir de los 35 ó 40 años, pero cada vez llega gente más joven. Hay gente de todas las edades. La ex Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de España, Paquita Valenzuela, tiene 89 ó 90 años y la cabeza súper lúcida y sigue en contacto con la logia y yo le sigo pidiendo consejos.
Fuente: Diario de Mallorca.